Foto: EFE
La selección brasileña de fútbol puede estar atravesando actualmente el momento más crítico de su rica historia.
El equipo de los cinco campeonatos del mundo no solo sufre por no figurar en un torneo grande desde 2007, sino que el juego que muestra es absolutamente desilusionante.
En muchas ocasiones a los conjuntos no les basta con tener grandes nombres; en el caso de Brasil tenerlos siempre ha significado derroche de calidad, espectáculo pero sobre todo eficiencia y éxito.
Esa ausencia de figuras le está pasando una muy alta factura a la verdeamarela. Desde su Mundial en 2014 ya no estuvieron Ronaldinho ni Kaká; hombres que para muchos debieron estar en ese torneo. Luiz Felipe Scolari prefirió prescindir de ellos y Alemania les recordó en semifinales que no bastaba con ser locales.
En la Copa América de Chile la decepción siguió en ascenso con su poca idea de juego y con apenas haber arribado a cuartos de final. Su extrema dependencia e Neymar, único indiscutible del actual Brasil, es algo que les ha pesado: en el Mundial se lesionó y en la CA lo suspendieron.
La terquedad de Scolari luego fue tomada por la rigidez de Dunga una vez más. Al monarca de USA 94 parece no importarle mucho jugar bonito; pero es que aún tampoco es efectivo por no tener un delantero de calidad, ni muchas otras cosas más. Su actual talento es bueno pero no llega al nivel estratosférico de otrora; por ello es vital que mentalmente superen los malos momentos para reponerse e intenten acercarse de los grandes.
Su estatus turbulento llegó a la eliminatoria hacia Rusia 2018, perdiendo por primera vez en el debut de un Premundial.
Los medios brasileños no la han perdonado. Para Globoesporte Brasil es “la selección que viene acumulando eliminaciones en juegos decisivos”, haciendo alusión al revés sufrido ante el actual campeón de América, demostrando nuevamente que cayó en un juego importante.
Folha de Sao Paulo afirmó que la ‘canarinha’ no tuvo creación y amenazó poco el arco de Claudio Bravo. Otro medio de la misma ciudad, el Estado do Sao Paulo, fue contundente: “Brasil cayó feo”, sentenció.
Son problemas son evidentes para cualquier entendido del fútbol. Las cinco estrellas en el escudo están pasando desapercibidas para los rivales que la encaran.
La palabra urgencia empezó a mencionarse muy temprano en la eliminatoria; Brasil ya la tiene, Venezuela también.
El último juego clasificatorio disputado entre brasileños y venezolanos, y que de paso fue en territorio verderamarelo, significó para la Vinotinto el único punto que ha logrado ante su rival del martes en un cotejo eliminatorio.
En aquella oportunidad empataron 0-0 en la ciudad de Campo Grande, pero ya con Venezuela sin chances de ir a Suráfrica 2010.
En Fortaleza se verán dos necesitados y preocupados: el grande que no se halla y el pequeño que necesita contundencia.
Que gran analisis comparto su nota
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