viernes, 6 de enero de 2012

Volver al recuerdo del Centenario

Cuando se reinicie la Eliminatoria, Venezuela pisará el escenario donde profanó al bicampeón del mundo, Uruguay

Pasará un tiempo ajeno al fervor del momento para que Venezuela continúe el recorrido premundialista. El parón más largo en toda la Eliminatoria de Brasil 2014 ya está en pleno, y de hecho, empezó a partir del pitazo final del peruano Georges Buckley en San Cristóbal, el pasado 15 de noviembre.

Los meses serán idóneos para el análisis y el estudio, también para la preparación y para seguir la mentalización positiva; pero también existe la no deseada posibilidad de que aparezcan las lesiones, aunque eso nunca entra en los planes de ningún técnico, más allá de su afirmación de "todos están en capacidad de ser titulares y ser protagonistas".

El grupo de Venezuela está muy claro y sí, afortunadamente la mayor riqueza fubolística tiene el honor de existir actualmente en el país. Son once piezas prácticamente fijas y un buen grupo que detrás de estos, conforman cada uno un suplente con condiciones claras de asumir su rol.

El mejor año no puede quedar allí
Es necesario, más bien una obligación sensata, que la selección supere en 2012 lo hecho en 2011; suena lógico. Los próximos cuatro encuentros representan el tramo más hostil del premundial, con tres visitas y un solo juego en casa.

La primera escala: La recordada Montevideo, allí la Venezuela de Richard Páez enmudeció a la nación del primer campeón mundial, a su prensa y a su hablador DT, Juan Ramón Carrasco; todo esto en su propio terreno histórico, el Centenario.

El siguiente round será diferente porque aun cuando los Venezuela-Uruguay se han convertido en una especie de "clásico", la "Celeste" trae en sus hombros el cuarto lugar del último Mundial y el reinado de la Copa América de Argentina.

Sin miedo y sin memoria (al menos de Eliminatoria), los criollos recibirán a Chile en el calor de Puerto... sabiendo que no se puede volver a resbalar, ni dejarse cortar la inspiración así como lo hicieran Pinilla y Suazo anteriormente; esas pifias en los minutos finales no deben volver a ocurrir y menos con las excelentes condiciones físicas que presenta el combinado patrio en estos tiempos.

Chile ha truncado en momentos claves el transitar venezolano; las derrotas para los mundiales 2002, 2006 y 2010 los hacen ver con más ventaja aun siendo visitantes, pero independientemente de lo que pase días antes en Uruguay, la Vinotinto debe defender la casa como lo viene haciendo, porque hablando de puntos clave, ese factor es primordial.

Lima-Asunción, son las paradas en las que apenas se rescató un punto de 18 disputados en las últimas tres eliminatorias. Ocurrió en la capital peruana en junio de 2004, con oficio y asumiendo la importancia de sumar en la lejanía venezolana.

Esta vez no puede variar la tónica; la selección tiene que hacerle frente a la cordura de Markarián y a las locuras de Vargas y Guerrero. Ante Paraguay, los más inmediatos precedentes indican un alto grado de rivalidad pero sólo en la cancha es que Venezuela tiene que demostrar su superioridad, aunque pensándolo bien, mejor es demostrarla en el marcador; porque si hablamos de recuerdos, los guaraníes tienen que tener presente que esta vez tienen que ganar en 90 minutos y no esperar los penales.

Llegará junio y veremos.

El camino más corto no será el más fácil

Los años han demostrado que el Premundial de Suramérica es el más parejo del mundo y Venezuela tendrá que fajarse como nunca para llegar a Brasil


La oportunidad parece ideal, todo encaja perfecto, el Mundial 2014 atrae a todos los venezolanos por su cercanía, agrado cultural y belleza natural. Sí, Brasil, el quinto país más grande del mundo, tienta la imaginación de muchos y no solo en nuestro territorio. El fútbol llama y mucho más en la tierra de los pentacampeones.


Venezuela inicia un nuevo camino en el territorio que cuyo nombre derivó de la línea imaginaria que divide al mundo, Ecuador. Allí, la selección nacional dio el primer paso premundialista en los últimos tres procesos con Quito como protagonista fija.

Tanto en las Eliminatorias de Corea-Japón 2002 y Alemania 2006, que terminaron con derrotas venezolanas por idéntico marcador de 2-0 y en el triunfo criollo 1-0 en las de Suráfrica 2010, la constante siempre dejó ver un final reñido en las posiciones 4 y 5, permitiendo a Venezuela colarse en la lucha de la última tabla continental. Eso está claro, la disputa por los cupos en la Conmebol definitivamente es la más pareja y atractiva de todo el mundo.

Las estadísticas o la lógica en este “todos contra todos” no arroja un resultado imparcial, es decir, comenzar ganando o no en Quito, no garantiza ni asegura una proyección segura con destino a Brasil y los ejemplos así lo avalan tomando como referencia los rivales con los que se inició la racha positiva en la Era Richard Páez en el año 2001. Frente a Uruguay, la Vinotinto se impuso en el camino hacia la Copa de 2002 y luego igualó en las siguientes dos oportunidades. En Santiago, los vinotinto se impusieron y posteriormente cayeron y empataron.

Perú, en cambio, no se le ha quitado el sometimiento con las goleadas de 3-0, 4-1 y 3-1. Finalmente, con Paraguay se cuentan los capítulos que sirven para desterrar y dejarlos en el olvido. Después de la alegría brindada en Pueblo Nuevo el 8 de noviembre de 2001, los guaraníes no han hecho otra cosa que silenciar y entristecer a los fanáticos venezolanos. El 8-10-05, en el “Pachencho” Romero de Maracaibo, Nelson Haedo Valdez marcó el gol que significó la eliminación matemática de los de Richard Páez y la obtención de su boleto a Alemania. Cuatro años más tarde, dos contragolpes aniquilaron en Puerto Ordaz la posibilidad de ir al repechaje.

A esos marcadores se le suma la victoria en La Paz y el empate frente a Brasil hace un par de años. Así que, soñar con una combinación de resultados para que la vía a Brasil sea perfecta es un imposible, solo queda esperar que la selección mantenga un ritmo consistente y aproveche al máximo la localía; esa es la única forma de hacer que los 3.592 kilómetros que separan a Caracas de Brasilia se vean más sencillos de recorrer, porque esta vez no se trata de la distancia, se trata de cruzar la frontera y llegar al Mundial.