Los años han demostrado que el Premundial de Suramérica es el más parejo del mundo y Venezuela tendrá que fajarse como nunca para llegar a Brasil
La oportunidad parece ideal, todo encaja perfecto, el Mundial 2014 atrae a todos los venezolanos por su cercanía, agrado cultural y belleza natural. Sí, Brasil, el quinto país más grande del mundo, tienta la imaginación de muchos y no solo en nuestro territorio. El fútbol llama y mucho más en la tierra de los pentacampeones.
Venezuela inicia un nuevo camino en el territorio que cuyo nombre derivó de la línea imaginaria que divide al mundo, Ecuador. Allí, la selección nacional dio el primer paso premundialista en los últimos tres procesos con Quito como protagonista fija.
Tanto en las Eliminatorias de Corea-Japón 2002 y Alemania 2006, que terminaron con derrotas venezolanas por idéntico marcador de 2-0 y en el triunfo criollo 1-0 en las de Suráfrica 2010, la constante siempre dejó ver un final reñido en las posiciones 4 y 5, permitiendo a Venezuela colarse en la lucha de la última tabla continental. Eso está claro, la disputa por los cupos en la Conmebol definitivamente es la más pareja y atractiva de todo el mundo.
Las estadísticas o la lógica en este “todos contra todos” no arroja un resultado imparcial, es decir, comenzar ganando o no en Quito, no garantiza ni asegura una proyección segura con destino a Brasil y los ejemplos así lo avalan tomando como referencia los rivales con los que se inició la racha positiva en la Era Richard Páez en el año 2001. Frente a Uruguay, la Vinotinto se impuso en el camino hacia la Copa de 2002 y luego igualó en las siguientes dos oportunidades. En Santiago, los vinotinto se impusieron y posteriormente cayeron y empataron.
A Perú, en cambio, no se le ha quitado el sometimiento con las goleadas de 3-0, 4-1 y 3-1. Finalmente, con Paraguay se cuentan los capítulos que sirven para desterrar y dejarlos en el olvido. Después de la alegría brindada en Pueblo Nuevo el 8 de noviembre de 2001, los guaraníes no han hecho otra cosa que silenciar y entristecer a los fanáticos venezolanos. El 8-10-05, en el “Pachencho” Romero de Maracaibo, Nelson Haedo Valdez marcó el gol que significó la eliminación matemática de los de Richard Páez y la obtención de su boleto a Alemania. Cuatro años más tarde, dos contragolpes aniquilaron en Puerto Ordaz la posibilidad de ir al repechaje.
A esos marcadores se le suma la victoria en La Paz y el empate frente a Brasil hace un par de años. Así que, soñar con una combinación de resultados para que la vía a Brasil sea perfecta es un imposible, solo queda esperar que la selección mantenga un ritmo consistente y aproveche al máximo la localía; esa es la única forma de hacer que los 3.592 kilómetros que separan a Caracas de Brasilia se vean más sencillos de recorrer, porque esta vez no se trata de la distancia, se trata de cruzar la frontera y llegar al Mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario