sábado, 10 de mayo de 2014

Al final, el Bayern fue el Bayern

En dos ocasiones y en diferentes juegos, el Manchester United logró lo impensado: colocarse arriba en el marcador sobre el Bayern Munich.

Luego de ver el ahogo constante que aplicó el equipo bávaro en Old Trafford, el United alcanzó la ventaja por intermedio de Nemanja Vidic, dándole así a los alemanes un golpe del que supieron recuperarse pronto. De esta forma, no se cumplieron los pronósticos de goleadas pero el Bayern se llevó su importante tanto de Manchester.

La síntesis de la ida quedó en la presión y en la posesión alemana pero también en pocas ocasiones claras de cara al arco. El United, sin eso, equiparó las llegadas de su contrario.

Llegaba el encuentro en Munich y los ingleses tenían muy claro que utilizarían la misma estrategia. En medio de tantas limitaciones e inferioridad con respecto a su rival, el escudo había estado pesando al menos en esa correcta estrategia basada en el cuidado táctico.

El equipo de Guardiola fue, como debía ser, más incisivo, también con Gotze como titular a falta de Schweinsteiger pero el técnico español igualmente puso su toque al colocar a Lahm en su habitual lateral derecho y dejó solo a Kroos en labores de contención.

El actual campeón de Europa y el hasta ahora monarca inglés hicieron un calco del primer tiempo de la ida, con Ribery casi al mismo nivel de neutralización y Robben significando la mayor amenaza. Esta vez Mandzukic sí estaba desde el arranque para concretar cualquier ocasión que tuviera, gracias a sus características de juego que dejó en evidencia en el gol de Schweinsteiger ocho días antes.

Un gol catalizador

Ante el asombro de los más de 67000 aficionados que plenaron el Allianz Arena, y de los otros tantos que miraban por televisión, el poco favorito Manchester United se volvía a ir arriba, esta vez con un zurdazo endemoniado de Evra que dio en el travesaño del arco de Neuer y la esférica se metió sin que éste la viera. Mérito para Valencia por escaparse y enviar un pase que, aunque no fue tan centro, encontró destinatario.

Fue solo alegría para el United, pues ni tiempo de volver a posicionarse bien en el campo le dio. Cuando terminaban de mostrar la última repetición del golazo del francés, ya el Bayern trepaba por la banda izquierda: Jones no estaba en su lugar y Gotze fue y se desmarcó hasta allí, Ribery le filtró la pelota y Fletcher cubrió a Jones. El inglés cometió el error de llegar a donde estaba el '19' bávaro y ya en ese momento había soltado a Ribery. El galo metió el centro y el desajuste británico era total. Evra nunca le llegó a Mandzukic porque tenía también por detrás a Robben. Probablemente en ese lugar debió haber estado Kagawa o quizás Carrick. Solo un minuto y diez segundos duró la ventaja del equipo de Moyes.

Lo hecho en la ida y parte de la vuelta se cayó tras esa respuesta instantánea de Mandzukic. Tomando en cuenta la actitud de ambos conjuntos, los 'Red Devils' estaban evidentemente sentidos por el empate y los germanos envalentonados en busca del pase definitivo a la siguiente etapa.

Los goles lapidarios del gigante alemán delataron el desvanecimiento sufrido por su rival. Robben, protagonista de toda la eliminatoria así como lo fue en 2010, inició una jugada de fútbol sala en la que filtró la pelota con la pierna que solo usa para caminar, y Muller se adelantó a Vidic para tocar el balón e ingresarlo ante un De Gea que ni pudo lanzarse.

Finalmente el héroe de Wembley en la pasada Champions hizo su muy conocida diagonal y el esfuerzo de Vidic fue cómplice con un roce, para que todo terminara en el tercer gol teutón. Fue el fin de la historia y por primera vez el Bayern tocó la pelota de una manera cómoda.

El Bayern fue el Bayern, así haya estado dos veces abajo en el marcador en ambos juegos.

Al United, en cambio, le faltó asimilar que podía mantener la ventaja pero nunca pasó. Quizá eso falló en la planificación.

@RamonECastro

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